TORDESILLAS Y LA REINA JUANA I DE CASTILLA

 Iglesia de San Antolín. 

Tordesillas era de vital importancia para los intereses de comuneros y realistas porque allí residía la reina Juana, a quien rumores de la época presentaban encerrada por su hijo, el rey Carlos, para evitar que gobernase. Las tropas de Padilla entraron el 29 de agosto de 1520, saludadas por pendones rojos en la plaza y un voltear de campanas. Tordesillas se convirtió en aquel momento en capital circunstancial de la revolución. 

Bernaldo de Rojas y Sandoval, marqués de Denia, a quien don Carlos había ordenado vigilar a su madre, no tardó en ser expulsado. Y aunque Juana se mostró amable con los comuneros, nunca cedió a sus pretensiones de rubricar documento alguno en contra de su hijo. El dominio comunero sobre Tordesillas finalizó el 5 de diciembre, cuando los realistas, aprovechando que el ejército liderado por Pedro Girón había levantado su campamento de Villabrágima para dirigirse sobre Villalpando, señorío del condestable, entraron en la villa sin oposición.