TORDESILLAS

Panorámica de Tordesillas

El 19 de septiembre de 1520 llegó la Santa Junta a Tordesillas, después de que Juan de Padilla se entrevistara en agosto con la reina en el Palacio Real de esta misma localidad. Se acogieron a la protección de la Reina Juana, legítima reina de Castilla. 
La situación era extremadamente grave para los intereses del futuro emperador; la reina, aclamada por muchos como la auténtica depositaria de la Corona y, según la rumorología del momento, mandada encerrar por su hijo para impedir que gobernase, podía dar legitimidad a la revuelta comunera. También los líderes de ésta cifraban en su persona las esperanzas de un mejor gobierno. De ahí, que la primera intención de los alzados, prontamente lograda, fuera concretar una entrevista en el mismo palacio. Cuentan que Padilla fue conducido al edificio acompañado de salvas y clarines y entre estruendosas aclamaciones. Los resultados del primer encuentro no pudieron ser más favorables para los intereses comuneros ya que la reina los acogió benignamente aunque, como han resaltado los principales especialistas, Juana se comportará con exquisita prudencia, negándose a firmar algún documento comprometedor con la causa de los comuneros. Nunca consiguieron que la soberana liderara el movimiento de rebelión contra su hijo Carlos I.

Tordesillas Comuneros

El 29 de agosto de 1520, las tropas de Juan de Padilla, al frente de las milicias de Toledo, Madrid y Segovia, entraron triunfantes en Tordesillas, convertida de este modo en capital circunstancial de la revolución comunera. Su objetivo principal era obtener el apoyo de la reina Juana, cautiva en su Palacio desde 1509. Alarmados por la situación, los imperiales se rearmaron en Medina de Rioseco y el 5 de diciembre, aprovechando la impericia del capitán comunero Pedro Girón, que había levantado el campamento de Villabrágima para dirigirse hacia Villalpando, retomaron el control de la ciudad.

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